dimarts, 22 de febrer del 2011

Humberstone: un poble fantasma

A uns 50 km de la ciutat d'Iquique ens trobem amb les antigues intal.lacions de Humberstone, una de les oficines salitreres de finals del segle XIX, que van donar a la regió del nord de Xile un "aparent" progrés. I dic aparent perquè, per variar, van ser els estrangers, bàsicament anglesos, els que va explotar aquest nitrat que s'exportava a Europa per a ser utilitzat com a fertilitzant natural. Mentrestant, les condicions dels obrers xilens eren ben precàries: moltes hores treballant en un entorn que ja de per sí era de molts graus de temperatura. A Això se li havia de sumar les altes temperatures dels forns, un dels processos pels quals havia de passar el nitrat.
Humberstone va arribar a tenir més de 3.000 habitants i el poble, al mig del desert, comptava amb tota la infraestructura per a fer-hi vida: les cases dels treballadors i dels patrons, escola, teatre, piscina, mercat i pistes d'esport. Les vies del tren també van ser construides durant aquest període del Salitre.
Tota una proesa en la immensitat del desert!


"El problema que tengo para escribir estos recuerdos son las palabras, porque tuve muy poco estudio y no sé muy bien como expresar lo que siento. Pero de todos modos me parece mejor hablar como yo mismo y no que otra persona cuenta la historia por mí (...)".
"Pero antes de hincar el diente en este trabajo quiero hacer una declaración: si cuento mi vida de niño no es solamente para que la lean mis nietos, es sobre todo porque quiero hacer un homenaje a mi madre, y en su persona, a todas las mujeres que vivieron y sufrieron en las salitreras".


"Porque se ha escrito mucho del pampino, del obrero, del caliche y la camanchaca, pero poco se ha dicho sobre la mujer, sobre sus privaciones, sus humillaciones y sus penas. Y así fue."


"Me llamo Daniel Enrique Aguirre Santander y nací en la oficina Chacabuco, cnatón Antofagasta, el 18 de abril de 1926".


"A pesar de estar muy cerca del mineral de oro El Indio, la vida era pobre ahí y no fue difícil para los "enganchadores" convencer a mi padre y a otros campesinos, con ilusiones de la pampa salitrera donde iban a ganar mucha plata y tener acceso a muchas cosas buenas (...)".



"No recuerdo haberle oído a mi mamá la impresión que tuvo al llegar a la pampa, cómo debe haberse apenado al ver tanto desierto y tanta soledad (...)".



"El trabajo era duro, pero en todas partes es duro el trabajo de la mujer del obrero, sólo que aquí, en medio de la nada, las condiciones eran peores que en cualquier otra faena.
No sé exactamente cuándo empecé a trabajar, debió ser entre los seis y siete años. En ese entonces ya tenía conciencia de que debía ayudar a mi mamá y a mí mismo (...)".


Plaça del poble
Una de les màquines portades des d'Anglaterra

"(...) Pero un día faltó un operario, el que instalaba los rollos y ponía las películas. El administrador del teatro me dijo entonces: "Oye cabro, tú que eres despierto, ven a ayudarme aquí con la película"




"Atrás fueron quedando las casas del campamento, la planta, la pulpería, la casa del patrón, mientras el camión se alejaba rumbo al puerto. Yo iba lleno de esperanza y de curiosidad. no le tenía miedo a esta nueva etapa de la vida, al contrario, yo quería aprender, trabajar, salir de la miseria".


"En la pampa aprendí el principio de todos los oficios que desempeñé en mi vida: chofer de autos y camiones, mueblista, fabricante de juguetes, mecánico, aprendiz de sastre, relojero, dirigente sindical y hasta dar charlas sobre el salitre como lo he hecho últimamente en los colegios".


MEMORIAS AL VIENTO
Arte en el desierto
Fragmentos del Relato Biográfico 
de Enrique Aguirre Santander
Un niño del Salitre

Antiga pista de bàsquet.
Em sembla que hauré de practicar més!

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